La luz en la práctica artística: En esta clase experimentamos con luces y formas, como una forma de pintar con luz. Para ello necesitábamos cámaras fotográficas. La configuración inicial debía ser la siguiente, y se podía modificar dependiendo de cada cámara: ISO a 200 (sensibilidad a la luz); Diafragma (F) a 5´6 u 8 (capacidad de enfoque); Velocidad Obturación a 1/15 o B (funciona con la presión de dedo)
Algunas de las partes de la cámara réflex, y esenciales para trabajar con la luz, son en realidad se las siguientes dos partes principales sin las cuales no podría funcionar:
OBJETIVO: Todos sabemos lo que es. Una combinación de lentes y cristales que le permiten a la cámara enfocar. Una especie de ojo. Es independiente de la cámara y se puede adquirir por separado.
La mayoría de los objetivos vienen equipados con 2 anillas giratorias alrededor del objetivo. Una de ellas, más o menos en el centro del objetivo, sirve para cambiar la distancia focal, o lo que es lo mismo, darle más o menos zoom a la foto. La otra anilla, normalmente en el extremo del objetivo casi cerca del cristal, sirve para enfocar o desenfocar. Además de esto los objetivos suelen llevar un botón interruptor de AF/MF que sirve para decirle a la cámara que queremos que enfoque ella misma de modo automático (AF) o bien que queremos enfocar y desenfocar nosotros mismos de manera manual (MF). CUERPO: Si le quitásemos a la cámara réflex su objetivo, lo que quedaría sería el cuerpo de la misma. Es donde se centran todas las características relacionadas con la cámara propiamente, como el sensor, la cantidad de megapíxeles, la sensibilidad ISO, la velocidad de disparo por segundo, donde se guarda la tarjeta de memoria, donde reside la batería, la pantalla, el visor, todo.
APERTURA Y VELOCIDAD. El modo manual se basa enteramente en esos dos términos. La fotografía se basa en la luz principalmente. La luz del exterior atraviesa el objetivo hasta alcanzar el interior de la cámara y una vez ahí se proyecta sobre el sensor, formando una imagen que se queda grabada.
La Apertura. Representa el caudal y por lo tanto permite que entre mayor o menor cantidad de luz en función de si es una apertura grande o pequeña. Es como si fuera un tubo por el que pasase agua, pasaría más o menos agua en función de lo amplio o estrecho que fuera el tubo. Pues aquí pasa lo mismo. Cuando la Apertura es grande, pasa más luz y por lo tanto la imagen será mucho más clara, más iluminada, pudiendo a veces llegar a quedarse sobreexpuesta.
Si la Apertura, en cambio, es más reducida, llegará menos cantidad de luz y la foto obtenida será más oscura, pudiendo quedarse subexpuesta.
La Velocidad. Las cámaras réflex tienen una pieza pequeña por dentro denominada “obturador”, una pieza que impide que la luz que entra por la apertura del objetivo pueda llegar al interior de la cámara. ¿Por qué hace esto? Pues porque si entrara luz todo el tiempo, obtendríamos una imagen inundada de luz, todo blanco, no se distinguirían los objetos ni sujetos. Esta pieza llamada “obturador”, es en realidad una especie de grifo. Cada vez que pulsamos el disparador, ese grifo se abre, permitiendo que el chorro de luz penetre a través de esa apertura que vimos antes. El obturador se mantiene abierto durante un tiempo normalmente breve y cuando piensa que ya ha entrado la cantidad de luz suficiente. Este breve tiempo es la Velocidad. Se le llama Velocidad de obturación o Velocidad de disparo. La Velocidad por lo tanto es el tiempo que el obturador se mantiene apartado permitiendo el paso de la luz por la Apertura. Cuanto mayor sea ese tiempo, mayor cantidad de luz alcanzará el interior de la cámara, y cuanto menor sea ese tiempo, menor cantidad de luz. En fotografía, cuanto más tiempo se deja a la luz entrar, más luz se consigue, luego más luminosa será nuestra foto. Y viceversa: si queremos una fotografía con menos luz, tendremos que hacer que el tiempo sea menor.
Fotografías hechas por mi:
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